Un estudio de expertos universitarios así lo atestigua analizando genéticamente los cromosomas masculinos. El 10% coincide con la población del norte de África y el 20 restante con la del Mediterráneo oriental.
Un estudio publicado ayer por la revista científica ‘American Journal of Human Genetics’, revela que un 10% de la población actual tiene características genéticas propias de los habitantes del norte de África y un 20% de los judíos sefarditas, si bien este tipo es similar al que se encuentra en el Mediterráneo oriental, desde Turquía a Líbano, por lo que en realidad, ese 20% de españoles que el estudio señala como descendientes de sefardíes podrían haber heredado ese rasgo de las poblaciones que la historia medieval hispana llama como sirios, o incluso de movimientos de población más antiguos como el de los fenicios.
Para llegar a esta conclusión, los científicos, coordinados por el británico Mark Jobling, llevaron a cabo un análisis del cromosoma Y, únicamente presente en los hombres y que se transmite de padres a hijos, de 1.140 individuos de la península Ibérica y las Islas Baleares. Concretamente son dos tipos de marcadores genéticos del cromosoma Y: unos muy estables que apenas varían cuando pasan de padres a hijos y otros, llamados microsatélites, que evolucionan mucho más rápido debido a mutaciones, que utilizaron como relojes. Gracias a estos últimos, llegó a la conclusión de que los linajes norteafricanos empezaron a incluirse en el genoma de la población peninsular a partir del siglo VIII.
Aunque los investigadores no son capaces de establecer el tiempo concreto en el que estos cromosomas entraron en las poblaciones ibéricas -por ejemplo, no pueden diferenciar entre las primeras oleadas musulmanas del siglo VIII y las posteriores de almohades y almorávides-, sí pudieron descartar que el ADN africano encontrado fuera originario de los cromagnones que llegaron por Gibraltar.
El investigador de la Unidad de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra Francesc Calafell indicó a EFE que la herencia genética del cromosoma Y no es visible, ya que dicho cromosoma contiene muy poca información y los marcadores estudiados no determinan ninguna diferencia en el físico de los humanos.
Para el científico catalán, la importancia de esta investigación, que comenzó en el año 2000, reside en la constatación de que la historia peninsular está recogida en los genes de sus habitantes.
Calafell explica que las muestras analizadas se compararon con las de judíos sefarditas y de individuos del norte de África, que tienen la ventaja de ser muy diferentes a las poblaciones receptoras originarias de la Península Ibérica, por lo que su diferenciación es sencilla.
La investigación se centró en el análisis del cromosoma Y porque no se recombina en la reproducción, lo que hace que sólo las mutaciones lo modifiquen, por lo que los científicos pueden determinar su orden de aparición.
La pista genética usada en este caso también es compartida por pueblos de Oriente Medio desde Turquía hasta Líbano, con lo que en realidad, ese 20% de españoles que el estudio señala como descendientes de sefardíes podrían haber heredado ese rasgo de otros movimientos poblaciones como los sirios que llegaron en el periodo omeya o incluso más antiguos, como el de los fenicios.
Pese a la decepción que esto supone para esclarecer la huella real de los judíos en España, el estudio sí arroja curiosas y sorprendentes revelaciones respecto a la presencia norteafricana. Así, por ejemplo, los investigadores encontraron que la presencia de genes norteafricanos es mayor en la mitad occidental de la península (León, Salamanca, Zamora…) que en la oriental (Granada).
Ese dato concuerda perfectamente con los registros históricos como recuerda Callafell: Tras la revuelta de los moriscos en el siglo XVI, la mayoría de ellos fueron deportados desde Granada y las Alpujarras para ser llevados al exilio al noroeste de España. Quinientos años después, el genoma de los españoles lo demuestra : hay más descendientes de moriscos en la plaza de Salamanca que en el Albaicin granadino.
El trabajo ha sido firmado por 20 investigadores de las universidades de Leicester, Pompeu Fabra, Complutense, Valencia, Santiago, Islas Baleares, y centros como el Instituto Pasteur de París, Technion y Rambon de Israel y el Instituto Nacional de Salud de Portugal. (Véase http://www.cell.com/AJHG/abstract/S0002-9297(08)00592-2 )
0 Comentarios para "El 30% de la población española es de origen beréber o judeo-sirio"
Publicar un comentario