En La Vanguardia del 15 de septiembre de 1938 aparecieron las declaraciones de un melillense. Le llamaron Antonio Guzmán, ocultando su verdadero nombre por miedo a posibles represalias sobre su familia, que no había podido abandonar Melilla. Guzmán estuvo detenido en el campo de concentración franquista de Zeluán y pudo beneficiarse de un canje de prisioneros entre gubernamentales y rebeldes franquistas.
Ya dos años antes, La Vanguardia había hecho referencia al campo de concentración de Zeluán. El domingo 27 de diciembre de 1936 se publicaban las declaraciones de Evaristo Carballeira, mecánico de aviación, que tras pasar un tiempo encarcelado en Melilla (en el fuerte de Rostrogordo y Zeluán) fue encuadrado en el ejército franquista aunque pudo huir a zona republicana haciéndose, junto con otro compañero, con el control del hidroavión en el que iban como tripulantes. La alcazaba de Zeluán El campo de concentración de Zeluán se situaba en la alcazaba o recinto fortificado de dicha población marroquí, a unos treinta kilómetro de Melilla, que en esa época formaba parte del Protectorado Español sobre Marruecos. La alcazaba tenía forma de cuadrilátero, de unos 200 metros de largo cada lado, con torres defensivas dispuestas a lo largo del perímetro y edificaciones construidas en su interior. Zeluán está en la comarca de Guelaya, que pertenece a la provincia de Nador, concretamente en la orilla sur de la gran albufera conocida como Mar Chica por los españoles y como Bu Erg por los marroquíes. Aunque algún autor considera que la alcazaba tenía su origen en un puesto comercial español construido en 1479 por un personaje conocido como Juan de Guzmán (así lo menciona La Vanguardia del 17 de febrero de 1908), la construcción de la alcazaba como fortificación permanente data de finales del siglo XVII. A principios del siglo XX, la alcazaba de Zeluán cobró cierta notoriedad ya que fue el cuartel general de un pretendiente al trono marroquí llamado El Roghi Bu Hamara. Fue con El Roghi con quien se firmaron los contratos de explotación de las "Minas del Rif". Tras la derrota del pretendiente en 1908, las cábilas de la zona volvieron a tomar el control del territorio originándose tensiones con los intereses españoles que desembocaron en la guerra de 1909. La alcazaba de Zeluán fue ocupada por nuestras tropas a finales de septiembre de 1909, convirtiéndola en un acuartelamiento para las mismas. Durante el Desastre de Annual, en el verano de 1921, la alcazaba volvió a ser ocupada por fuerzas rifeñas y guelayenses, que masacraron a la guarnición española después de que esta se hubiera rendido tras agotar las posibilidades de continuar la resistencia. La alcazaba volvió a tomar protagonismo en el verano de 1936, ya que los franquistas la convirtieron en el primer campo de concentración que organizaron para detener a los melillenses que se opusieron al golpe de estado o que destacaron por su militancia política o sindical. Un episodio prácticamente olvidado por la historiografía oficial de Melilla, aunque recordado por los testimonios, orales en su mayor parte, de supervivientes y familiares de personas que sufrieron prisión en dicho campo de concentración. El olvidado campo de concentración Según estos testimonios, los alojamientos de los prisioneros se encontraban en unos barracones de madera construidos por los mismos reclusos en el patio de la alcazaba, a los que se añadieron tiendas de campaña ante el gran número de detenidos que fueron llegando. Se estima que dicho campo albergó en algunos momentos hasta 1000 prisioneros. Mientras que los hombres eran encarcelados en Zeluán, las mujeres fueron recluidas en la prisión de la ciudad situada en el fuerte de Victoria Grande. De las vivencias y sufrimientos pasados por estas mujeres presas en Melilla quedó el testimonio escrito por Carlota O'Neill en su libro ‘Una mujer en la Guerra de España'. Carlota era esposa de Virgilio Leret, oficial de aviación que en la tarde del 17 de julio de 1936 dirigió la defensa de la base de Hidroaviones del Atalayón frente a las tropas sublevadas, en la que se ha considerado como la primera batalla de la Guerra Civil. Leret fue derrotado y fusilado por los franquistas y Carlota recluida a la prisión de Melilla hasta el año de 1940. Volviendo a Zeluán, entre las personas allí encarceladas estaba el Delegado del Gobierno en Melilla, Jaime Gil de Terradillos, detenido por los franquistas tras ocupar la ciudad y que a finales de 1936 fue liberado y consiguió pasar a la parte de Marruecos ocupada por los franceses. Ya en territorio controlado por el Gobierno de la República, escribió un informe sobre la situación en Melilla en el que también hace referencia al campo de concentración de Zeluán. Otros detenidos de cierta relevancia fueron: - Ricardo Fius Mollet, teniente alcalde de Melilla por el partido federal y que ejercía como alcalde en el momento de la ocupación de la ciudad por los franquistas. (El sábado 10 de septiembre de 1938 se publicaron en La Vanguardia unas declaraciones de Antonio Guzmán en las que describe la ocupación de la ciudad por los franquistas) - Felipe Aguilar, presidente de la agrupación local del partido de Unión Republicana - Eusebio López, director del diario de Melilla ‘El Popular', de tendencia republicana - El juez de instrucción Joaquín Polonio Caliente, que fue fusilado el 23 de julio de 1937 - Fermín Requena, maestro nacional, escritor y periodista, seguidor en Melilla de Blas Infante, padre del andalucismo - Alfonso Sainz Gutiérrez, dirigente de Unión Republicana, asesinado el uno de agosto de 1936. Alfonso era padre de Hermógenes Sainz, escritor y guionista de televisión (suyo fue el guión de la serie sobre Ramón y Cajal) que en su obra de teatro "Historia de los Arraínz", basada en su propia experiencia familiar, describió en algunas escenas la represión franquista en Melilla. La obra fue publicada en 1994 por la Sociedad General de Autores como homenaje a Hermógenes Sainz que había muerto en 1990. Los muertos de la carretera Como se describe en La Vanguardia y corroboran los testimonios de melillenses que vivieron los hechos, muchas personas encerradas en el campo de concentración de Zeluán fueron asesinadas por miembros de Falange en la carretera que une dicha población con Melilla. Es el caso de José Gallego Urbano, un joven militante izquierdista de 23 años de edad y cuyo cadáver, arrojado a la cuneta, es reconocido por Guzmán cuando es conducido en coche de Melilla a Zeluán. También Paulino Díez, líder de la CNT melillense, en su autobiografía titulada "Memorias de un anarcosindicalista de acción" escribe sobre estos asesinatos. Hermógenes Sainz en su obra de teatro antes mencionada sitúa en la carretera fatídica el asesinato de Armando Arráinz, alter ego de Alfonso, su padre. Posteriormente se intentó dar un viso de "legalidad" a estas ejecuciones sometiendo a los detenidos a un simulacro de consejo de guerra antes de su ejecución. Una vez condenados a muerte, los detenidos se trasladaban al fuerte de Rostrogordo, en las afueras de Melilla pero dentro de territorio español, donde pasaban sus últimos días antes de ser llevados a un campo de tiro militar situado en las cercanías del fuerte donde eran fusilados. El investigador melillense Enrique Delgado, tras estudiar los libros de registro del Cementerio Municipal de Melilla, contabilizó 291 personas ejecutadas y enterradas en dicho cementerio en los años que duró la guerra. En esta relación de víctimas, publicada en varias entregas en el dominical de un diario local a lo largo del año 1999, no se incluyen las muertes por malos tratos y enfermedades producidas en Zeluán y otras prisiones, dato desconocido hasta el momento pero que según testimonios de familiares de represaliados y personas que estuvieron recluidas en dicho campo de concentración debieron ser bastantes, debido a las terribles condiciones vida y malos tratos que sufrían los prisioneros. Guzmán relata también uno de los episodios más terribles de la represión franquista en Melilla, como fueron las torturas y vejaciones sufridas por Diego Jaén Botella. Este episodio se recuerda en la tradición oral y también lo recogen Paulino Díez en su autobiografía y Saínz en su obra de teatro. Diego Jaén era un sacerdote de una barriada obrera de Melilla que en 1931 abandonó el sacerdocio para ingresar en el partido socialista donde llegó a formar parte de su ejecutiva y consiguió ser designado compromisario por Melilla en la elección del Presidente de la República, en mayo de 1936. Detenido por los franquistas, se dice que fue salvajemente torturado y exhibido en una jaula para monos que había en el parque Hernández, situado en el centro de la ciudad, antes de su fusilamiento el 7 de octubre de 1936. Finalizada la guerra, el campo de concentración de Zeluán fue cerrado y algunos de sus reclusos liberados, mientras que el resto fueron enviados a otras prisiones -tanto del Norte de África como de la Península- a seguir cumpliendo las condenas que les impusieron los franquistas por defender la democracia y libertad de España.Por Carlos Esquembri Hinojo
Los traidores a la II República,ávidos de galones y medallas, se cubrieron de gloria en tierras rifeñas, asesinando y fusilando a defensores de la Democracia, como al Capitán Leret en Atalayón y a muchos más compatriotas por pensar diferente. La carretera de Zeluán a Melilla se cubrió de sangre inocente y en la Alcazaba hicieron atrocidades, los mismos que mandaron al matadero a muchos jóvenes españoles durante la Guerra del Rif, debido a su arrogancia e ineficacia.
Españoles ejecutando y rematando a españoles, en tierras rifeñas, utilizando el mismo lugar y todavia hoy, los hay enterrados en una fosa común en Melilla, sin nombre ni apellidos, mientras que los verdugos tienen sus gloriosos nombres y apellidos en plazas y calles españolas.
Hola anonimo tienes mucha razon
Buenas tardes y gracias de parte de un nadorense amante de la justicia y la libertad.
Recibe un saludo cordial de un nacido en Nador.
Cuando se habla del Protectorado Español en Marruecos, se pone un tupído velo sobre las fechorias que cometieron Franco y los suyos, a partir del 17 de Julio de 1936, en tierras rifeñas y en las ciudades de Melilla y Ceuta. Torturas, ejecuciones sin juicio o simulacros de estos para asesinar a inocentes. Tres campos de concentración llenos de compatriotas por pensar diferente. Y todo con la bendición apostólica de la Santa Madre Iglesia Española, estamos en el siglo XXI y todavía a quién espera que pidan perdón por bendecir los viles asesinatos. Pero no quieren ver, ni oyen, siempre están reunidos en sinodos, conferencias y congresos.¿Realmente creen en Jesús de Nazaret?, que perdonó a sus verdugos.Tienen las manos manchadas de sangre inocente y el ALTÍSIMO lo sabe.
franco no cometio las fechorias,quien lo comentio son los de Nador, egemplo ASMANE, EL MOROGATO AHUARE
DE BENE SEDAL,esos son quien metieron a franco en marruecos,por una paga de de 500 pesetas al mes eso
son traidores de rif.Yo soy de nador y los conosco muy bien desgraciadamente,los traidores de la nacion son los moros mismos de nador. A dios paisanos mios yo soy de nador y recuerdo muy bien,de los chaqueteros los chebatos y de semberguenzas de nador,CONTESTAME PAISANO NADORENSE, adios y recuerda de la cartella de racionamiento; ?
Soy la hija del Capitán Leret y Carlota O´Neill,
vivo en Venezuela tengo mucho interés en conocer detalles de la toma de la Base de Hidros y el asesinato de mi padre, Agradezco comunicarse conmigo e indicarme dónde podría conseguir información.Saludos
carlotaleret@gmail.com
Tu eres la hija de capitan Virgilio Leret Ruiz contestame
Buenas noches Carlota:Es motivo de orgullo y de admiración el que una hija del gran aviador y excelente persona: Comandante Leret, entre en este Blog. Nací en Nador en 1945, por lo tanto muy cerca de la Base de Hidros del Atalayón. La información que poseo es con toda seguridad la que tu tienes.Puedes sentirte orgullosa y llevar con dignidad el apellido que llevas. Todo lo que he leido es elogioso sobre tu valiente y humano padre. Por eso los traidores a la República lo asesinaron vilmente.
Te mandaré por correo electrónico un poema que hice sobre él.
Recibe un afectuoso saludo de un admirador de tu querido padre, testimonio de nobleza y honradez.
Un Nadorense amante de la Libertad.